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Photo by Marcus Dall Col on Unsplash
La protección de las olas en el Perú se da través de su inscripción en el Registro Nacional de Rompientes, un mecanismo amparado en la Ley 27280 de Preservación de las Rompientes apropiadas para la Práctica Deportiva.

Promulgada en el 2001, la referida norma establece que las olas aptas para el surf u otro deporte acuático serán protegidas legalmente de muelles u otras construcciones que puedan afectarlas. De hecho, esta ley constituye el primer sistema de protección de olas en todo el mundo.

No obstante, para que una ola específica sea protegida es necesario cumplir con un determinado financiamiento y procedimientos ante la Dirección General de Capitanía de Puertos de la Marina de Guerra del Perú (Dicapi), la cual emite la resolución que aprueba la inscripción de la rompiente.

La campaña “Hazla por tu Ola” sigue generando resultados positivos para las rompientes del litoral peruano que son una de las razones por las cuales 2% de los turistas que llegan al Perú nos visitan según PromPerú. Gracias a las resoluciones publicadas en diciembre del año pasado, 11 nuevas olas estarán protegidas por ley gracias al trabajo conjunto de la Marina de Guerra del Perú, la Federación Nacional de Tabla y Conservamos por Naturaleza de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, así como la colaboración de empresas y ciudadanos que se han sumado a la campaña.

Patagonia, la Fundación SwissCare, la Municipalidad de Punta Hermosa, Suzuki, Quiksilver, Chicama Surf Resort, Petty Publicidad, Black Sheep, Olas Peru, Billabong, la Embajada de Australia, Asociación Náutica el Cangrejo, Técnica Avícola, Club Pacifico Sur, Cluv Waikiki y las escuelas de tabla de la Costa Verde, son los principales aliados de esta campaña.

Las nuevas olas o estadios naturales legalmente protegidos son las olas de Punta Rocas, Kontiki, La Isla, El Paso, Playa Nortem Pico Alto, Caballeros, Señoritas, El Silencio, La Herradura y Cerro Azul. La iniciativa, que empezó en junio del 2015, ha logrado la protección de 20 olas. La primera rompiente protegida a nivel mundial fue la de Chicama, y le siguieron las olas de Huanchaco, Punta Roquitas, Pampilla, Makaha Redondo, Cabo Blanco, Panic Point y Pico Point.

Bruno Monteferri, Director de Conservamos por Naturaleza y tablista, menciona que “el Perú es el primer país en el mundo que tiene un marco legal para la protección de sus olas y ya hay otros países que están interesados en replicar este modelo que protege nuestro patrimonio natural y que convierte a las rompientes en un bien jurídico tutelable. Esto quiere decir que la próxima vez que un proyecto las ponga en riesgo podremos defenderlas mejor en el sistema judicial”.

Para este logro, ha sido necesario la presentación de expedientes técnicos a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI), cuya elaboración costó entre 8 a 15 mil soles por cada ola. El dinero invertido ha sido donado voluntariamente por empresas, fundaciones y amantes de las olas a la campaña.

“Las olas son estadios naturales que crean campeones mundiales. Proteger estos espacios es importante porque genera para los usuarios una conexión intensa con la naturaleza”, menciona Butrich. Monteferri agrega que “mientras deportes como el fútbol deben invertir en infraestructura como canchas y estadios, en este caso tenemos que solo invertir en mantener lo que la naturaleza nos regala, hay que valorar y proteger la infraestructura natural”.

La Federación Deportiva Nacional de Tabla (FENTA) ha identificado 144 rompientes en el Perú, por ello -según indica Butrich- la meta es larga. “Para este año esperamos la protección de San Pedro, la zona de Lobitos que es de suma importancia para el turismo, olas de San Bartolo, Pacasmayo y Puerto Viejo”, finaliza.

¿Cómo colaborar?

Para unirte y apoyar con la campaña puedes realizar donaciones en las cuentas de Conservamos por Naturaleza de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. Entérate más en la página web www.hazlaportuola.pe
 
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