Nasimi

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El síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH) es un trastorno que se presenta en mujeres y afecta principalmente al sistema reproductivo. Esta condición hace que la vagina y el útero estén subdesarrollados o ausentes, aunque los genitales externos son normales.

Las mujeres afectadas generalmente no tienen períodos menstruales debido a la ausencia del útero. A menudo, el primer signo notable del síndrome MRKH es que la menstruación no comienza a los 16 años (amenorrea primaria). Las mujeres con síndrome de MRKH tienen un patrón cromosómico femenino (46, XX) y ovarios que funcionan normalmente. También tienen un desarrollo normal del vello púbico y mamario. Aunque las mujeres con esta afección generalmente no pueden tener un embarazo, es posible que puedan tener hijos mediante reproducción asistida.

Un artículo publicado en la bbc.com, el 19 de agosto, presenta a Julian Peter, una joven de Kenia de 29 años, quien descubrió que había nacido sin útero, sin cuello uterino y sin vagina. Doce años después, compartió su historia con la BBC. Este es su testimonio.

"Nací con una enfermedad llamada síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH).

Las mujeres que paceden esta enfermedad nacen sin útero, sin cuello uterino y sin vagina, y a veces también sin un riñón. Como no tengo útero, jamás tuve una menstruación. Pero no me siento mal por eso. Cuando las personas se enteran de mi enfermedad reaccionan en formas diferentes.

Alguien me recomendó una vez que fuera a algún sitio a pedir que rezaran por mí. Otra persona afirmó que seguramente mi abuela debía haber hecho algo malo, porque provengo de Ukambani, una región asociada con la hechicería. Pueden decir lo que quieran, pero lo que realmente importa es la manera en la que yo reacciono.

Si comenzara a prestar atención a las opiniones de otras personas, eso seguramente afectaría a mi confianza y me haría dudar sobre mí misma. Descubrí que tenía el síndrome a los 17 años. En esa época era una estudiante. Fui al hospital porque se me hinchaban las piernas. Lo primero que me preguntó el médico fue cuando había menstruado por última vez. Le respondí que jamás había tenido un período.

En el hospital me hicieron una tomografía, que reveló que mi aparato reproductivo no tenía un orificio exterior. Me operaron para intentar abrir un canal vaginal, pero la intervención no tuvo éxito. Otra tomografía mostró que no tenía útero ni cuello uterino y me diagnosticaron con MRKH.

Lloré durante tres días tras ese diagnóstico, pero luego decidí seguir adelante con mi vida.

Tenía solo 17 años y era muy joven, por lo que mi prioridad era volver al colegio. Estaba todavía en el hospital con mi madre, que me crió sola. Ella quedó en shock con la noticia, e incluso se preguntaba si como madre tenía alguna responsabilidad y había cometido algún error.

Con datos de bbc.com
 
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